miércoles, 27 de mayo de 2009

Reporte de Viaje: Roma

Viendo los ojitos de carnero degollado de mi sobri, me despedí desde el taxi, rumbo a Ezeiza. Tras 3 casi choques en la autopista, me dirigí con mi mascarilla anti-gripe H1N1 (más conocida como "Gripe Porcina") hacia el aeropuerto para ver las caras de asombro de las personas en el aeropuerto que me miraban como si fuera un Alien. Obviamente, me quité la mascarilla.
Me clavé un McDonalds mientras esperaba que mi avión saliera, sin saber que había sido una excelente decisión pues una vez arriba del avión nos hicieron esperar 1 hora y media porque tenía una goma pinchada (?!) Aguante Aerolíneas Argentinas, carajo! Nos dieron de cenar a la 01:00 am. Putos.
El viaje duró 13 horas y para buscar las valijas en Roma nos subieron a un trencito manejado por... nadie! Automático. Así es Uropa, vio? Lo primero que vi fue un soberano edificio de tamaño significativísimo con las letras EMPORIO ARMANI. "Amo Europa", dije. Ilusa. Ilusa total. No me pude comprar ni una chabomba.
Llegada al hotel, todo lo que quería era dormir y la luminosidad de mi cuarto-dos-ambientes no me lo permitía. Con ahínco busqué la tira de la persiana a ambos costados de la ventana, como en mi casa (había persiana, sí). No tuve éxito. A punto de darme por vencida, observo una tecla de luz que simplemente por curiosidad apreté. Sí, la persiana con motorcito se bajó!!!!! Somo re pajuerano, somo! La subí y la bajé, la subí y la bajé. Ji ji ji... y dormí.
Por la tarde me tomé un bondi y me metí en el Metro para aparecer de pronto frente al Coliseo. Espectaculaaaaaaaaaarrrrr!!!!! Imponente, posta, muy posta. Puesteritos con porquerías por doquier. Regateo por aquí, regateo por allá. Me fui con las manos vacías: todo por encima de los 15 euros (1 euro = 5 argentinos, ustedes entenderán el amarroque). Me paseé por el Coliseo donde me crucé con 2 muchiachios disfrazados de Gladiadores a los que les saqué una foto. Tras pedir "¿me puedo sacar una foto con ustedes?" (hablaban muchos idiomas), me dijeron: 
- Tresh fotosh por shinco eurosh. 
- ¿En serio? - pregunté
- No, shi eshtamosh jugando aquí!
Encima de chorros (25 mangos por 3 fotos con disfrazados) una onda del orto.
Luego visité el Foro Romano (ruinas que estaban ocultas bajo la tierra): el Senado, el Arco de Septimio Severo, el de Constatino (Templo de Venus), todo muy hermoso e increíble.


Curiosidades de Italia:
  • El boleto de bondi o metro se compra en la calle, en los hoteles, kioskos, etc. y por 1 euro podés viajar 75 minutos. ¿Tu viaje es más largo? Tenés que pagar más. O sea, no podés subir al bondi, bajar y mirar vidrieras y luego retomar el viaje, captás?
  • El botón del inodoro (y esto ocurre en España también) es doble: un botón es para la pichona, cae poca agua. Otro botón es para la cacona, cae más agua. Europa ahorra agua, hay carteles y campañas por todos lados. Aguante la Onda Verde! Cuac!

Al día siguiente comenzó el tour. 7 am arriba de la cama! Nuestro camino hacia la parte antigua de Roma, que yo había visitado sola el día anterior, incluyó una pasada desde el bondi por el Coliseo. Situación turistas sacando fotos con desesperación desde el colectivo tras el reflejo de la ventanilla de vidrio!!!!! Patéticooooooo! Luego, de pasada, por la entrada del foro romano, no vieron nada. Afortunada yo, que me fui un día antes y recorrí a pata 5 horas.
Vimos la Muralla Romana, desde el bondi. El circo romano, desde el bondi. El teatro, desde el bondi. El Capitolio, desde el bondi. El Altar a la Patria, desde el bondi. Entienden, no? Pagar 5 lucas verdes para ver la vida desde un bondi?? Qué tour de fucking mierdaaaaaaa!
Luego de esta experiencia desde el bondi con la impresionante ciudad de Roma, continuamos nuestro viaje hacia el Vaticano, pasando por el río Tíver. Hice algunas comprillas y nos dirigimos hacia la Plaza San Pedro, donde está ubicado el edificio principal del Vaticano, y por detrás la Capilla Sixtina. Vimos la ventanita por donde el Papa se asoma a saludar todos los Domingos a las 12 del mediodía. Estaba la luz encendida. Sacamos fotitos, esta vez desde afuera. Oooooooh!


Anécdota del Vaticano:
El Papa no sé cuánto le dijo a Michelangel que pinte una pared y el techo de la Capilla Sixtina. Micky le dijo: "Papa, yo no pinto, yo hago estatuas". El Papa le respondió: "No te lo estoy pidiendo". Ok, Micky pintó tutto utilizando lapizlázuli (piedra preciosa de color azul) que se choreaban de Chile pero que el Papa pagaba a muy alto precio. Con lo cual el Papa le envío una nota: "Michelangel, cortála con el lapizlázuli que me cuesta un huevo y medio". A lo que Micky le respondió: "Lamento lo que me menciona acerca del alto costo del lapizlázuli. Sin embargo, el cielo es color lapizlázuli. Saludos". O sea, chupámela. Actitud muy cristiana, parece.

Otra Anécdota del Vaticano:
Quienes saben de qué se trata el mural de la Capilla Sixtina, sabrán que es de personalidades de la época, el cielo y la tierra. Algunos personajes están pintados en el cielo por sus características bondadosas, y otros en el infierno. Michelangelo mismo se pintó en el lado del infierno como una manera de demostrar que él no era ningún santo y que en una palabra, se mandaba cagadas, digamos. Al Papa le gustó mucho pero al Cardenal no, y se lo hizo saber. Michelangelo le respondió pintando al Cardenal del lado del Infierno y con orejas de burro. Turrito.
Enojadísimo, el Cardenal le pidió al Papa que mandara a borrar todo el Mural, a lo que el Papa le respondió: "Escúchame bien, porque yo tengo todo el poder en el cielo y en la tierra. En el infierno, no puedo hacer nada". Cuac!
Nos pasemos por los museos del Vaticano, vimos a un Papa muerto enceRado (con cera, digamos) y enceRRado en una vitrina, pasamos por la Puerta Santa que se abre solamente cada 25 años en lo que se llama Jubileo. Vimos la escalinata por la cual bajaron a Juan Pablo II fallecido hacia su destino final, pasamos por su "tumba".
Luego de 5 horas de caminar sin respido, quedé destruida y... me fui a dormir.
Día siguiente: 4.30 am, arriba de la cama! Copado. Nos dieron un desayuno pedorro en una bolsita y nos subieron a un bondi sin asiento reclinable durante 3 horas. Llegamos a las 7.30 am y ooootro desayuno pedorro. Barco de una hora, me dormí en el sopi boca abajo. Metéte el asiento que no reclina en el culo.
Visitamos la antigua ciudad de Pompeya, destruida por las cenizas de la erupción del Volcán Vesubio. In-cre-í-ble!



Ooooootra vez al bondi, una hora. Llegamos a la Isla de Capri. Ooooootro viajecito de 30 minutos por el agua que rodea la Isla, vimos la gruta azul. Muy lindo. Ooooooootro bondi de 40 minutos hacia Ana de Capri, la zona más linda de la Isla. Almuerzo pedorro (de verdad, no exagero, nos daban la comida por la mitad, se quedaron sin guarniciones y nos daban el plato pelado habiendo pagado la excursión 150 euros, comprenden?) sólo 15 minutos libres para recorrer esta hermosa isla, y oooooootro bondi de 1 hora, más barco de 1 hora, más bondi de 4 horas. Llegamos 22.30 hs al hotel. (Creo que la foto de Isla de Capri me la bajé de internet porque estaba tan maravillada por la Isla, que me olvidé de sacarle foto desde lejos)
Tras el nivel de cansancio y horas que observo pasamos arriba del bondi, decido abandonar el tour y me voy rumbo a Madrid.