viernes, 26 de junio de 2009

Haciendo La Gran Seinfeld

El otro día vi un capítulo de Seinfeld en el que recibía un llamado telefónico de una telemarketer que le quería vender cosas.
El diálogo fue éste:

Seinfeld: Hola?
Telemarketer: bla bla bla bla
Seinfeld: En este momento estoy ocupado, ¿por qué no me da el teléfono de su casa así lo llamo cuando puedo?
Telemarketer: bla bla bla bla
Seinfeld: Ah, no me puede dar el número de su casa. Y por qué?
Telemarketer: bla bla bla bla
Seinfeld: Ah, porque no quiere que lo molesten en su casa. Vio qué molesto que es? Adiós!

Recién me llamó una mina que me quería vender un purificador de agua. Y obvio, qué hice? LA GRAN SEINFELD. Éste fue mi diálogo:
JEss: Hola?
Mina: Sí, señora, la llamo de Purificadores PSA.
JEss: ahá.
Mina: ¿usted conoce la marca?
JEss: En este momento estoy ocupada, ¿por qué no me das el teléfono de tu casa así te llamo cuando puedo?
Mina: Sí, claro, cómo no. Mi número es 4856-4807.

Me re cagó.



lunes, 1 de junio de 2009

Reporte de Viaje: Madrid


El día que viajé en avión, fue el mismo día que se cayó el Airbus de Rio de Janeiro. Yo estaba sentada en el avión y como cada vez que vuelo, pensé que se iba a caer. Me hice "jamse" tocándome la teta izquierda, como siempre, y me agarré fuerte de los apoyabrazos y apretujé los dientes. De puro masoquista miraba por la ventanilla en algunos momentos. Siempre pienso que si no leo los papeles del avión (instrucciones de salvavidas y muchos etcéteras), el avión se va a caer. Así que una vez más, me los leí de cabo a rabo. Sí. Gracias a eso, el avión no se cayó.

Ese día llovía mucho en Roma y arriba del avión nos hicieron esperar 2 horas porque de las 3 pistas que había, sólo se podía despegar en una porque las otras dos no estaban abiertas por el mal tiempo. No entendí eso, pero bue. Nuestro avión estaba en el orden 11 para volar.
Despegamos con lluvia, aterrizamos con 39° en Madrid. Esto ya me perfila mal, considerando la mala onda que tengo estos días, luego de mi tour trunco en Italia (ver post Reporte de Viaje: Roma).


Curiosidades de Madrid:
  • En el aeropuerto, hay salas de puertas vidriadas para exclusivo uso de la fumatta, con una especie de chupa-aire en el centro con forma cónica y tan grande como una columna, del piso al techo.
  • La numeración de las calles de Madrid no va de 100 en 100, sino que solamente tienen numerito los bloques. Es decir, si un edificio tiene 5 locales, entonces hay un sólo numero para la propiedad entera. O sea, que Gran Avenida 15 está en una cuadra, y Gran Avenida 50 puede estar a cinco cuadras de ahí.
  • La baranda a chivo es igual en un subte argentino que en un subte madrileño.
Luego de mi llegada a Madrid, la búsqueda de hospedaje fue interesante (bastante difícil, digamos). Recuerden que nada de esto estaba planeado en mi viaje pues abandoné el tour en el que iba, así que improvisé como pude. Los hoteles son impagables, los hostales son más accesibles pero caros igual. Visité 8 hostales (Obse yo? ) hasta que finalmente conseguí cama por dos días. Me quedaba 6... Los hostales son ruidosos, dan a una especie de pulmón de edificio pero lleno de departamentos con cero acústica, por decirlo de algun modo. Las primeras dos noches me quedé en un hostal muy lindo, atendido por sus dueños, una pareja mayor divina, más que limpio, excelentemente ubicado peeeeero... (siempre hay un pero) ruidoso hasta la puta madre. Escuchaba todas las conversaciones de la gente, créanme que hablaban a los gritos. Más que españoles, parecían italianos. Acepto que soy una histérica para dormir, pero esto ya era demasiado.


Al día siguiente boludeé por ahí. Me conecté a internet por 1 euro la hora (en Roma costaba 5 euros la hora), almorcé, dormí siestita. Y volví a comer. Comer, comer, comer, comer.


La mañana siguiente me tuve que mudar así que hice mis maletitas de nuevo y me mudé a otro hostal, por 4 noches más hasta que me tocara irme a París. El hostal estaba bien, demasiada pendejada para mi gusto y mismo tema ruidoso que el hostal anterior. Me pusieron en una habitación que daba a un edificio, también, con un tipo (o tipa, nunca lo supe) que tocaba el oboe!!! Exceleeeeeeeeeeenteeeeeee! A mí me pasan todassss!!!!
Los primeros minutos del oboe, simpático. Después le quería tirar la zapatilla por la ventana. "¿Me cambian, please?" Me conformé con otra habitación con los ruidos habituales. Me clavaba una pastilla para dormir cada noche y ni me enteraba. Chau problema. Aguanten los psicotrópicos!


Al día siguiente, luego de caminar por allí, me encontré con Ariel (mi ex, con quien no hablaba hacía 7 años). Me llevó a la Puerta del Sol, a la Plaza Mayor donde había una señora bailando Flamenco, Olé! y luego me invitó a comer tapas y cerveza (sin alcohol).

Más tarde fuimos a cenar a un bodegón típico una tortilla eshpañola. La más rica que comí en mi vida (Quiquín: la tuya le pega en el palo... Seguí practicando). Caminamos por la noche madrileña y terminamos en el Palacio Real, tirándonos en el pasto.

- La c... de tu madre! - dice Ariel. Fino, muy fino.
Él que no me decía ni "boluda" cuando salíamos. Sos un guarango, Arielito! De pronto, lo veo levantarse torpemente. Lo miro como diciendo: "sos pelotudo, o te hacés?" A los dos segundos yo misma salgo disparada. Los rociadores del parque se activaron y no digo que nos empapamos, pero nos mojamos de lo lindo. Salimos con los pies descalzos y yo con mis zapatitos guillermina en una mano. Linda anécdota. Me hace sonreir cada vez que la cuento. Fin de la nochie.


Al día siguiente hice un city tour llamado "drop on, drop off". Por 17 euros podés pasarte el día en el bondi (justo para mí, que no había tenido suficiente con bondis en Roma) y bajarte en cada parada, espacios turísticos por excelencia, volver a subirte y así todo el día. Bue, me bajé en dos lugares. Je. Quiero aclarar que me subí en el techo, a las 2 de la tarde de un día con 39° de temperatura. Excelente mi idea. No me insolé porque a los 5 minutos me fui abajo, a ver el city tour desde la ventanilla del bondi!!!!!!!!!!! Yo no soy más pelotuda porque no hago curso de capacitación... Ustedes se habrían quedado a recorrer la ciudad detrás de un vidrio? No Señor!


  




Al día siguiente hice mi propio city tour: visité el Palacio Real, la Catedral de Almúdena que es la que visita la Reina para rezar, los Jardines de Sabatini, el Teatro Real, la Plaza de Oriente, la Plaza Isabel II, la calle del Arenal (especie de choppin), la Puerta del Sol (km 0 de toda España), la calle de Alcalá, el Paseo del Prado y el Museo del Prado donde vi cuadros de Goya, Rembrandt y otros. Muy interesante.



Por la noche, Ariel quiso reivindicarse con el pollo al champignon que me hizo 7 años atrás cuando salíamos (terminó metiendo un pollo en el agua, hervido, con crema acuosa y champis flotando). Cocinó en su casa ravioles de hongos con salsa de hongos. Muy rico. Recordamos viejos tiempos. Nos puteamos un poco, se cabreó unas cuantas veces y luego se desenojó. Comentamos lo pelotudos que éramos hace 7 años e intentamos convencernos que hoy ya no somos los mismos de antes. Claro que no.

Pasé la mañana caminando por los mismos lugares del día anterior. Desayuné en la Plaza Mayor, compré algunos regalitos y me volví al hotel a las 4 de la tarde, esperando que se hicieran las 7 para volverme a casa. Y me volví a mi casa, mi cama, mi silencio, mis cosas, mi almohada.