lunes, 30 de enero de 2012

Mi Primera vez con un Gerente

A pedido de mis lectores, paso a contar mi más reciente anécdota: Un Gerente de la oficina en la que trabajo se accidentó en tren yendo al Tigre. 
Escenario del accidente: domingo, día caluroso, los rayos de sol inundan la ciudad y calientan los metales de nuestros trenes argentinos. Gerente de nacionalidad británica (esto es importante para lo que sigue) - lo llamaremos Gerente - saca su brazo por la ventana. Cual niño de 5 años, asomaba la cabeza y la naricita por la ventana, hasta que unas hojas de árbol acariciaron su rostro. "Mmm... mejor meto la cabeza", se dijo. Pero el brazo lo dejó afuera. (Quiero que sepan que esta anécdota será austera en gastadas, sabrán entender).
De manera sorpresiva - me cuenta después - no sabe qué pasó y su brazo se fracturó. Entró en shock. No se le movían las piernas, no podía levantarse del asiento. ¡¡Imagínense a Gerente británico paralizado en un tren argentino!! Dos samaritanos que hablaban inglés lo llevaron a Hospital de la Ciudad. 
Cuadro de situación: un británico en un hospital argentino. Duró lo que un pedo en una canasta e inmediatamente lo trasladaron a Sanatorio de Prepaga. Obvio.
La parte que me toca a mí es la siguiente: como única persona a cargo de la administración de la oficina, mi jefe me asignó la tarea de acompañar a Gerente a todas sus citas médicas como traductora, dado que se venía una intervención quirúrgica de importancia. ¡Ok, eso haremos!
La cita: Hospital Austral, en la loma del orto y luego a la vuelta. Fuimos en remise. Me descompuse, porque toda mi familia que viaja en auto/bus largas distancias, se descompone. Gerente vio mi libro de Haruki Murakami sobre el asiento, y me sacaba conversación. "Te quiero... vomitar encima!" quería decirle, pero no dije nada y conversé lo que pude.
Llegamos al Hospital Austral y fuimos directo al Laboratorio: Gerente tenía que sacarse sangre. Entramos con la enfermera y en inglés le traduzco: "apriete el puño así no le duele". Gerente es impresionable, naturalmente, y miró hacia el costado. No quiso hacer contacto visual con la aguja.
Acto seguido, nos fuimos a desayunar. Como pagaba la empresa, no escatimamos en gastos. Jeje. Y llegó EL momento. Debía traducirle al inglés todas las instrucciones preoperatorias que le daba el Hospital Austral. Leímos como 8 hojas y todo bien, nada raro: variedad de anestesias, riesgos, beneficios, costos del acompañante, control remoto, dinero que debe dejar en garantía. Luego vino la parte de Antecedentes. Entonces le dije: "Todo lo que me diga aquí, será estrictamente confidencial". Pero igual, yo sigo siendo una simple empleada y él un Gerente, así que donde preguntaban "¿Ha ingerido o ingiere drogas ilícitas?" era obvio que me iba a responder NO. Eso fue el preludio de la incomodidad. Igual, ¿me vas a decir que nuncanuncanuncanuncanuncanuncanunca se fumó un porrito?? Vaaaaaaaaaaaamos.... Mientras seguía leyendo, me anticipaba mentalmente a las siguientes preguntas:
1. ¿Tiene problemas de erección?
2. ¿Toma Viagra?
3. ¿Ha tenido sexo sin protección?
4. ¿Ha sufrido de hemorroides?
Por suerte ninguna de esas preguntas estaban en el listado, pero mi mente es veloz y perversa y no pude menos que imaginarlas.
Y aquí se viene el jamón del medio de esta Anécdota: Higiene personal previa a la cirugía. El papel decía: "Lávese bien las axilas, los genitales, el ano, y el ombligo". Mi primera pregunta interna fue: "¿Quién va a la cirugía con el culo sucio y las bolas sin lavar?" Pero luego pensé rápidamente cómo corno hablarle a Gerente de sus huevos y su ano: "hago el preámbulo con axilas y ya se va a avivar de lo que viene después..." 
Entonces le pregunto (en inglés) algo que yo ya sabía: "¿mo se dice axilas?" Y él me responde... y luego se lo dije todo de un tirón, como quien saca una curita: "Así que tiene que lavarse bien los genitales y toda esa zona y el ombligo con el jabón Pervinox. Perdón, es lo que dice acá" ("So you need to wash your genitals, and all that area, and the belly button very carefully with the Pervinox soap. Sorry, that's what it says here"). 
Gerente: cara de poker. Yo, fiel a mi estilo, me reí.

9 comentarios:

  1. fiel a tu estilo, el relato, genial!!!

    también seré austera en mis opiniones sobre el señor gerente y la forma pelotudísima en que se quebró el brazo!!! my god!

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  2. "Toda esa zona"
    Tendrias que aclarar que la foto ilustrativa NO es la de gerente.
    Finalmente, soy el unico que desconfia de la conveniente "amnesia por shock"?

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  3. Genial!!! No esperaba menos de vos,muyyyy divertido.Sólo quiero decirte que si el gerente es el de la foto,yo me ofrezco a pasarle el Pervinox,je!

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  4. Encima tiene una pinta de flojito el muchachito ese...

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  5. Nahhhh, vos en el Austral con el brit y los médicos del opus dei.....hubiera pagado para presenciar eso!! Me encantaría ahondar en la parte de la fractura, porque hay varios miles que viajan colgados por día de los trenes argentos sin lesión alguna, como hizo este buen hombre para fracturarse? La nacionalidad y falta de costumbre no lo explica.....anyway, comiquísimo as usual.....Ceci

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  6. jajajaajaja me moríiiiiiiiiiiiii aparte te imagino toda roja, bah... rosa, como te ponés jajajjaj me muero de risa

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  7. Uno de tus relatos más divertidos! Y conocer a Gerente lo hizo el triple de gracioso!

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  8. No puedo parar de reirme con "entro en shock". Yo quiero saber què pasooooooooooooooooooooooooo, como aparecio con el brazo rotooooooooooo, buenisimo!
    Joyas Rusticas

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  9. No puedo leerte en el laburo. Punto. Todos me miran y hay dos cosas que no aguanto por mucho tiempo: el pis y la risa... me voy a reír al baño.

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